domingo, 19 de febrero de 2012

La Fórmula del Amor

La fórmula del amor
Siempre hemos pensando que sería estupendo conocer el secreto para conseguir al amor de nuestra vida. ¿Estáis preparados? Será mejor tomar asiento para leer esta importante fórmula que, tras años de búsqueda y estudio, he encontrado bien sencilla. El secreto para conseguir el amor de nuestra vida es bien sencillo: saber qué buscar. Con esto sólo habríamos llegado a una parte de la fórmula, porque luego hay que armarse de valor para encontrarlo. El resto es aún más sencillo: saber conservarlo.
Fórmula del amor
En ciertas sociedades se omite alguna parte de esta fórmula. En algunos casos se llega al matrimonio habiendo los padres seleccionado a la pareja con la que pasar toda la vida. Otras veces, se busca al primero que se cruza por el camino, y se evita aceptar cualquier equivocación.
Vamos a analizar un poco más cada uno de los pasos que componen esta formula secreta del Amor, y saber si realmente estamos preparados para que el amor de nuestra vida aparezca y se mantenga a nuestro lado. También será importante identificar el momento en el que demos con la persona que nos gusta, y la velocidad a la que queremos que se desarrolle la relación.

Primera paso del secreto: Saber qué buscar

Orientar la búsqueda es sencillo, o al menos si nos ponemos manos a la obra. Durante varios años, me he encontrado muchas personas que pensaban que serían conquistadas a domicilio, y que la nueva pareja iría a su encuentro, sacándola del confortable sillón.
  • Explorador de factores

Para saber lo que se busca primero hay que diseñar una “Carta a los Reyes Magos (o a Papá Noel o al Niño Jesús) con una completa lista con todos los puntos de cómo preferirías que fuera tu pareja. En otra ocasión la he compartido para listar nuestras preferencias de nuestro hogar. Me he expresado bien, preferencias, gustos, factores (o condiciones). ¿Y qué son estos factores? Son las cosas que nos hacen más felices, pero no significa que directamente nos hagan infelices si no las tenemos. Por ejemplo, yo llevo toda mi vida escribiendo con mi mano derecha, es decir, soy diestro. Pero cuando tuve una lesión en la derecha y me escayolaron, me amoldé a escribir con la izquierda. Como fue algo temporal, volví rápidamente a la diestra, pero si hubiera sido de por vida, seguro que me habría acostumbrado a ser zurdo. Es decir, tengo una preferencia por ser diestro, pero eso no significa que jamás pueda ser zurdo, sería sólo cuestión de práctica.
Es bueno que seas consciente de estas preferencias. En el amor, las tienes, por más que mucha gente diga que siempre está abierta a cualquier relación. La mejor forma de conocer tus factores es preguntarte qué te llevó a sentirte insatisfecho con las últimas parejas (si es que has estado con más de una). Eso te indicará qué cosas miras más en una relación de futuro. Por ejemplo, he encontrado gente que no aguanta que su pareja fume, o que tenga pelos en la espalda, o que simplemente que no sepa qué quiere hacer con su vida. Sobre gustos, no hay nada escrito. Pero eso no quita que seas capaz de listar tus factores sin ninguna dificultad. Aquí tienes mi ejemplo de Carta a los Reyes Magos en el amor.
  • Clasificador de factores

Ahora que has listado todos tus factores, por banales que parezcan, será el momento de recapacitar sobre ellos. Es importante clasificarlos, en necesarios o motivadores y además ordenarlos por importancia. Esta clasificación distinguirá entre las cosas que imperativamente precisas (factor necesario) y las que te gustaría tener (factor motivador) para ser feliz con tu pareja. Más adelante verás algunas reglas que se aplican a estos factores, pero por ahora simplemente mantén la lista clasificada en factores necesarios o motivadores y ordenada de mayor a menor importancia.
Os mostraré un sencillo ejemplo con algunos de mis factores clasificados y ordenados. Han cambiado mucho a lo largo de mi vida, pero ya volveremos a este asunto cuando comprobemos las reglas que los rigen. El deseo de que la pareja siempre esté en armonía con nuestros valores debería ser siempre un factor necesario, es decir, que la pareja respete nuestros valores.
Factores de la pareja ideal
Factores necesarios Factores motivadores
  • Que sea buena persona
  • Que sepa disfrutar la vida
  • Que sea simpática y divertida
  • Que sea inteligente y me tienda
  • Que sea una buena madre
  • Que no sea acaparadora
  • Que le guste viajar
  • Que se preocupe por los demás
  • Que sea muy atractiva
  • Que se deje sorprender

 Segundo paso del secreto: Valor para encontrarlo

¡Salta! ¡Disfruta del paseo en parapente! Ya va siendo hora de dejar de mirar cómodamente desde el borde del barranco para evitar afrontar riesgos. Es cierto que muchas veces el resultado no es el esperado y la caída duele si no sabemos maniobrar, pero quedarse en tierra sin levantar el vuelo no sirve de mucho. Tenemos que pensar que la relación va a ser maravillosa, y si no lo es, al menos nos servirá para maniobrar mejor nuestro parapente en el próximo salto.
Una de mis películas favoritas es “Atrapado en el Tiempo”, con el divertido Bill Murray y la maravillosa Andie McDowell. Es una situación puramente cómica, pero, ¿te has parado a pensar qué ocurriría si tuviéramos opción de repetir nuestro día a día hasta que fuera perfecto? Cuando nos falta el valor de decir algo a una persona que nos interesa, la pregunta siempre puede ser la misma, ¿qué pasaría si aunque me equivoque pudiese cambiar lo que ha ocurrido? Muchas personas tenemos un miedo patológico al ridículo, y nos preocupamos más por lo que pensarán los demás que por lo que realmente queremos en la vida. Se acabó. A partir de ahora jugaremos a pensar que el día no se puede repetir. Pero tomaremos cartas en el asunto y nos sentiremos libres de actuar con los factores escogidos. Porque nos merecemos lo mejor, y lo valemos. ¡Salta!
Tras haber tenido el valor de dar el primer paso es el momento de comenzar a detectar cuanto antes si la persona escogida está en armonía con nuestros valores y factores. Nadie pide que los cumpla todos, cosa complicada, sino simplemente que cubra un número razonable de factores y respete nuestros valores. Por ejemplo, si tu pareja no quiere tener hijos, y fuera para ti la familia un valor fundamental, ¿no sería lógico decir que ésta no es la pareja adecuada con la que tener una relación a futuro?
La honestidad de análisis juega un papel fundamental que nos debería servir para evitar cualquier tipo de malentendido, porque de otra forma, estaríamos construyendo un castillo de arena que desaparecería con la próxima marea. Ahora responde a la pregunta fundamental de este paso: ¿la pareja que acabas de encontrar está en un buen momento para empezar una relación? Si no es así debemos  obrar con paciencia y respetarlo, porque muchas personas que no saben estar solas y llevan velocidades distintas, estropean la relación por la mera obsesión de poner nombre al compromiso. La comunicación juega un papel fundamental en estos primeros pasos para acercas estas posiciones esenciales.

Tercer paso del secreto: Conservarlo

Cuanto antes aprendamos a diferenciar entre una ilusión y estar enamorados, antes nos ahorraremos darnos de bruces contra el suelo. No nos llamemos a engaño, el amor a primera vista puede existir e incluso llegar a ser maravilloso. Pero hasta que no han pasado unos días, semanas, o meses, es complicado saber a ciencia cierta si la pareja encontrada es el amor de nuestra vida. Incluso a veces y tras toda una vida, cuesta darse cuenta.
Por tanto, no nos dejemos impresionar a la primera de cambio y vayamos trabajando poco a poco la relación y comprobando día a día cómo se va cumpliendo nuestra Carta a los Reyes Magos. Si proyectamos una ilusión en una relación que no funciona, habremos conseguido crear una fantasía emocional, que aunque nos diga que todo es maravilloso, la realidad será bien distinta. Cuanto antes nos demos cuenta, antes estaremos dispuestos a buscar una nueva relación sana y duradera.
Es importante demostrar cariño a menudo, y no avergonzase de decirle a la otra persona te amo, acompañado siempre de acciones que la hagan sentir única y especial. Es tan primordial demostrar interés como respetar los espacios mutuos. No se deben sacrificar los deseos o necesidades, y por eso es importante, haber pensado bien si cumplía nuestros factores.
Retomemos ahora la idea de la velocidad de una relación. No hay dos personas iguales. Hay quien necesita el máximo de atención y hay quien desea el mayor espacio y libertad hasta cimentar el edificio. Muchas parejas que conozco no han llegado a buen puerto porque tenían falta de sincronía, y aunque los intereses de futuro fueran iguales, la impaciencia de una de las partes destruía el crecimiento de la relación. Al contrario, también encontramos personas que no son capaces de implicarse y huyen del compromiso. Recordemos que se está creando un mundo para dos, y hay que respetar la velocidad de cada uno.
¿Y cómo sabremos si nos encuentros en la relación ideal de nuestra vida? Quizás nunca lo sepamos con certeza, pero sí es verdad, que una relación en la que realmente se encuentra lo que necesitamos y que vibra con nuestros valores, habitualmente no requiere ningún esfuerzo. Respira sola. Cada persona encuentra su espacio y esto apoya a evitar los celos indebidos.
Por último, es un buen momento para listar los factores que ofreces. Te has parado a pensar ¿cuál es tu oferta?, ¿qué le puedes brindar a tu actual o futura pareja?, ¿qué valores esenciales quieres compartir en la relación?, ¿a qué estás dispuesto a renunciar por el amor de tu vida? Es verdad que muchas veces nos quejamos de no encontrar parejas perfectas, maravillosas y duraderas; pero también es necesario reconocer que muchas veces somos nosotros mismos quienes ofrecemos bien poco y que si ofrecemos siempre lo mismo, es normal que la rutina acabe con la relación.