Siempre hemos pensando que sería estupendo conocer el secreto para
conseguir al amor de nuestra vida. ¿Estáis preparados? Será mejor tomar
asiento para leer esta importante fórmula que, tras años de búsqueda y
estudio, he encontrado bien sencilla. El secreto para conseguir el amor
de nuestra vida es bien sencillo: saber qué buscar. Con esto sólo habríamos llegado a una parte de la fórmula, porque luego hay que armarse de valor para encontrarlo. El resto es aún más sencillo: saber conservarlo.
En
ciertas sociedades se omite alguna parte de esta fórmula. En algunos
casos se llega al matrimonio habiendo los padres seleccionado a la
pareja con la que pasar toda la vida. Otras veces, se busca al primero
que se cruza por el camino, y se evita aceptar cualquier equivocación.
Vamos a analizar un poco más cada uno de los pasos que componen esta
formula secreta del Amor, y saber si realmente estamos preparados para
que el amor de nuestra vida aparezca y se mantenga a nuestro lado.
También será importante identificar
el momento en el que demos con la persona que nos gusta, y
la velocidad a la que queremos que se desarrolle la relación.
Primera paso del secreto: Saber qué buscar
Orientar la búsqueda es sencillo, o al menos si nos ponemos manos a
la obra. Durante varios años, me he encontrado muchas personas que
pensaban que serían conquistadas a domicilio, y que la nueva pareja iría a su encuentro, sacándola del confortable sillón.
Para saber lo que se busca primero hay que diseñar una “
Carta a los Reyes Magos”
(o a Papá Noel o al Niño Jesús) con una completa lista con todos los
puntos de cómo preferirías que fuera tu pareja. En otra ocasión la he
compartido para listar nuestras preferencias de nuestro hogar. Me he expresado bien, preferencias, gustos,
factores (o condiciones). ¿Y qué son estos
factores?
Son las cosas que nos hacen más felices, pero no significa que
directamente nos hagan infelices si no las tenemos. Por ejemplo, yo
llevo toda mi vida escribiendo con mi mano derecha, es decir, soy
diestro. Pero cuando tuve una lesión en la derecha y me escayolaron, me
amoldé a escribir con la izquierda. Como fue algo temporal, volví
rápidamente a la diestra, pero si hubiera sido de por vida, seguro que
me habría acostumbrado a ser zurdo. Es decir, tengo una preferencia por
ser diestro, pero eso no significa que jamás pueda ser zurdo, sería sólo
cuestión de práctica.
Es bueno que seas consciente de estas preferencias.
En el amor, las tienes, por más que mucha gente diga que siempre está
abierta a cualquier relación. La mejor forma de conocer tus factores es
preguntarte qué te llevó a sentirte insatisfecho con las últimas parejas
(si es que has estado con más de una). Eso te indicará qué cosas miras
más en una relación de futuro. Por ejemplo, he encontrado gente que no
aguanta que su pareja fume, o que tenga pelos en la espalda, o que
simplemente que no sepa qué quiere hacer con su vida. Sobre gustos, no
hay nada escrito. Pero eso no quita que seas capaz de listar tus
factores sin ninguna dificultad. Aquí tienes mi ejemplo de Carta a los
Reyes Magos en el amor.
Ahora que has listado todos tus factores,
por banales que parezcan, será el momento de recapacitar sobre ellos.
Es importante clasificarlos, en necesarios o motivadores y además
ordenarlos por importancia. Esta clasificación distinguirá entre las
cosas que imperativamente precisas (factor necesario) y las que te gustaría tener (factor motivador)
para ser feliz con tu pareja. Más adelante verás algunas reglas que se
aplican a estos factores, pero por ahora simplemente mantén la lista clasificada en factores necesarios o motivadores y ordenada de mayor a menor importancia.
Os mostraré un sencillo ejemplo con algunos de mis factores
clasificados y ordenados. Han cambiado mucho a lo largo de mi vida, pero
ya volveremos a este asunto cuando comprobemos las reglas que los
rigen. El deseo de que la pareja siempre esté en armonía con nuestros
valores debería ser siempre un factor necesario, es decir, que la pareja
respete nuestros valores.
Factores de la pareja ideal
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Factores necesarios |
Factores motivadores |
- Que sea buena persona
- Que sepa disfrutar la vida
- Que sea simpática y divertida
- Que sea inteligente y me tienda
- Que sea una buena madre
- Que no sea acaparadora
|
- Que le guste viajar
- Que se preocupe por los demás
- Que sea muy atractiva
- Que se deje sorprender
- …
|
Segundo paso del secreto: Valor para encontrarlo
¡Salta! ¡Disfruta del paseo en parapente! Ya va siendo hora de dejar
de mirar cómodamente desde el borde del barranco para evitar afrontar
riesgos. Es cierto que muchas veces el resultado no es el esperado y la
caída duele si no sabemos maniobrar, pero quedarse en tierra sin
levantar el vuelo no sirve de mucho. Tenemos que pensar que la relación
va a ser maravillosa, y si no lo es, al menos nos servirá para maniobrar
mejor nuestro parapente en el próximo salto.
Una de mis películas favoritas es “
Atrapado en el Tiempo”, con el divertido
Bill Murray y la maravillosa
Andie McDowell.
Es una situación puramente cómica, pero, ¿te has parado a pensar qué
ocurriría si tuviéramos opción de repetir nuestro día a día hasta que
fuera perfecto? Cuando nos falta el valor de decir algo a una persona
que nos interesa, la pregunta siempre puede ser la misma, ¿qué pasaría
si aunque me equivoque pudiese cambiar lo que ha ocurrido? Muchas
personas tenemos un miedo patológico al ridículo, y nos preocupamos más
por lo que pensarán los demás que por lo que realmente queremos en la
vida. Se acabó. A partir de ahora jugaremos a pensar que el día no se
puede repetir. Pero tomaremos cartas en el asunto y nos sentiremos
libres de actuar con los factores escogidos. Porque nos merecemos lo
mejor, y lo valemos. ¡Salta!
Tras haber tenido el
valor de dar el primer paso es
el momento de comenzar a detectar cuanto antes si la persona escogida
está en armonía con nuestros valores y factores. Nadie pide que los
cumpla todos, cosa complicada, sino simplemente que cubra un número
razonable de factores y respete nuestros
valores.
Por ejemplo, si tu pareja no quiere tener hijos, y fuera para ti la
familia un valor fundamental, ¿no sería lógico decir que ésta no es la
pareja adecuada con la que tener una relación a futuro?
La
honestidad de análisis
juega un papel fundamental que nos debería servir para evitar cualquier
tipo de malentendido, porque de otra forma, estaríamos construyendo un
castillo de arena que desaparecería con la próxima marea. Ahora responde
a la pregunta fundamental de este paso: ¿la pareja que acabas de
encontrar está en un buen
momento para empezar una
relación? Si no es así debemos obrar con paciencia y respetarlo, porque
muchas personas que no saben estar solas y llevan velocidades
distintas, estropean la relación por la mera obsesión de poner nombre al
compromiso. La
comunicación juega un papel fundamental en estos primeros pasos para acercas estas posiciones esenciales.
Tercer paso del secreto: Conservarlo
Cuanto antes aprendamos a diferenciar entre una ilusión y estar enamorados,
antes nos ahorraremos darnos de bruces contra el suelo. No nos llamemos
a engaño, el amor a primera vista puede existir e incluso llegar a ser
maravilloso. Pero hasta que no han pasado unos días, semanas, o meses,
es complicado saber a ciencia cierta si la pareja encontrada es el amor
de nuestra vida. Incluso a veces y tras toda una vida, cuesta darse
cuenta.
Por tanto, no nos dejemos impresionar a la primera de cambio y
vayamos trabajando poco a poco la relación y comprobando día a día cómo
se va cumpliendo nuestra Carta a los Reyes Magos. Si proyectamos una ilusión en una relación que no funciona, habremos conseguido crear una fantasía emocional, que aunque nos diga que todo es maravilloso, la realidad será bien
distinta. Cuanto antes nos demos cuenta, antes estaremos dispuestos a
buscar una nueva relación sana y duradera.
Es importante demostrar cariño a menudo, y no avergonzase de decirle a la otra persona te amo,
acompañado siempre de acciones que la hagan sentir única y especial. Es
tan primordial demostrar interés como respetar los espacios mutuos. No
se deben sacrificar los deseos o necesidades, y por eso es importante,
haber pensado bien si cumplía nuestros factores.
Retomemos ahora la idea de la velocidad de
una relación. No hay dos personas iguales. Hay quien necesita el máximo
de atención y hay quien desea el mayor espacio y libertad hasta
cimentar el edificio. Muchas parejas que conozco no han llegado a buen
puerto porque tenían falta de sincronía, y aunque los intereses de
futuro fueran iguales, la impaciencia de una de las partes destruía el
crecimiento de la relación. Al contrario, también encontramos personas
que no son capaces de implicarse y huyen del compromiso. Recordemos que
se está creando un mundo para dos, y hay que respetar la velocidad de
cada uno.
¿Y cómo sabremos si nos encuentros en la relación ideal de nuestra vida?
Quizás nunca lo sepamos con certeza, pero sí es verdad, que una
relación en la que realmente se encuentra lo que necesitamos y que vibra
con nuestros valores, habitualmente no requiere ningún esfuerzo.
Respira sola. Cada persona encuentra su espacio y esto apoya a evitar
los celos indebidos.
Por último, es un buen momento para listar los factores que ofreces.
Te has parado a pensar ¿cuál es tu oferta?, ¿qué le puedes brindar a tu
actual o futura pareja?, ¿qué valores esenciales quieres compartir en la relación?, ¿a qué estás dispuesto a renunciar
por el amor de tu vida? Es verdad que muchas veces nos quejamos de no
encontrar parejas perfectas, maravillosas y duraderas; pero también es
necesario reconocer que muchas veces somos nosotros mismos quienes
ofrecemos bien poco y que si ofrecemos siempre lo mismo, es normal que
la rutina acabe con la relación.